La cartografía aventajada que dibuja Néstor Delgado en esta exposición lo es porque sus imágenes discurren sobre un mapa que él mismo va construyendo a tiempo real. El territorio que evoca es un lugar incierto en el que las reminiscencias de aquello que conocemos porque algunos otros han estado, provocan de inmediato una inmersión en el pozo de la memoria colectiva de la que todos somos partícipes. El viaje que nos propone el artista enfatiza el acto mismo de la preparación, de la anticipación al escenario en el que podríamos encontrarnos; haciendo de los preliminares el trayecto.
Este cuaderno de bitácora describe rutas extraviadas que determinan nuestra situación siempre errante, por un transcurrir de imágenes maculadas que nos conducen a espacios quasi vírgenes.


Beatriz Lecuona y Óscar Hernández

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